Brasil BioFuels (BBF) está estructurando una operación con Global Forest Bond (GFB) para ser remunerada por la conservación de reservas legales y áreas de preservación permanente en la Amazonia. Esto como contrapartida a su inversión en plantaciones de palma en áreas degradadas de la región, que abastecerán la biorrefinería de diesel verde que la empresa va a construir en el Norte, una operación de 1.800 millones de reales.
El GFB estructurará la emisión de CPR verdes -que son bonos para financiar actividades que generen beneficios ambientales en propiedades rurales- y de créditos de carbono.
Para auditar la operación, que afecta a un área de 250 mil hectáreas, y garantizar que el bosque se mantendrá en pie, GFB se ha asociado con KPMG, adaptando una plataforma creada para auditar las plantaciones de soja a la gestión de activos medioambientales.
"Al fotografiar un árbol con una tableta, podemos medir digitalmente el diámetro, la altura y las reservas de carbono. También registramos los sonidos de los animales, identificamos las especies y medimos la cantidad de agua en el bioma, proporcionando a quienes compran los bonos otras posibilidades de compensación medioambiental además del carbono, como la biodiversidad y la huella hídrica, por ejemplo", dice el director general de GFB, Eduardo Marson Ferreira.
Mariana Barbosa - O Globo
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