El cultivo de palma aceitera recupera 200.000 hectáreas de zona degradada en la Amazonia

La práctica también genera empleo e ingresos a partir de la planta que da origen al aceite vegetal más consumido del mundo
05 septiembre, 2024
Este cultivo es uno de los más adecuados para recuperar tierras deforestadas. (iStock)

En la Amazonia, cerca de 200.000 hectáreas de área deforestada han sido recuperadas mediante la plantación de palma aceitera, la planta que da origen al aceite vegetal más consumido del mundo y uno de los cultivos que mejor recupera los suelos degradados. La práctica es una de las estrategias para complementar el objetivo brasileño de deforestación cero para 2030, revirtiendo el escenario de áreas ya deforestadas.
En Brasil, la legislación para la plantación de palma aceitera prohíbe la tala de bosques nativos para plantarla. El Decreto 7.172 del Gobierno Federal, de mayo de 2010, estableció que la palma aceitera sólo puede cultivarse en la Amazonia en áreas que hayan sido degradadas antes de 2007.

A partir de un amplio trabajo realizado por Embrapa (la Empresa Brasileña de Investigación Agropecuaria), se identificaron más de 31 millones de hectáreas aptas para el cultivo de palma aceitera en la región. Grupo BBF Brasil BioFuels Actualmente, se han recuperado en la región cerca de 200.000 hectáreas con cultivo de palma, 75.000 de las cuales son cultivadas por ( ) en Pará y Roraima.

"Frenar la deforestación ilegal es fundamental, como también lo es recuperar lo que ya ha sido degradado. El cultivo de la palma aceitera es una excelente opción para estas zonas llamadas antropizadas, porque además de recuperar el suelo forestal, permitir la preservación de los animales salvajes y capturar carbono, genera ingresos y empleo en estas regiones, un factor clave para garantizar que el bosque siga en pie. Grupo BBF El cultivo sostenible de la palma aceitera es sinónimo de bioeconomía", afirma Milton Steagall, Director General de .

Según Steagall, es posible hablar de bioeconomía a partir del aceite de palma dentro de los sectores eléctrico, químico y de los biocarburantes, así como de la agroindustria. "Nuestro país tiene potencial para ser líder mundial en la producción de aceite de palma. El desarrollo sostenible de la región amazónica es urgente. Tenemos que encontrar formas de mantener la selva en pie, pero también de proporcionar empleo, ingresos y riqueza a la población", afirma.

"El cultivo de la palma no se puede mecanizar, por eso es una planta con un importante carácter social, ya que crea muchos puestos de trabajo en zonas remotas. Grupo BBF Sólo en ellas se generan unos 5.000 empleos directos y otros 15.000 indirectos. También destacaría la importancia del aceite de palma para la producción de biocombustibles, la generación de energías renovables y también para los biocombustibles de segunda generación, como el SAF (Combustible de Aviación Sostenible) y el Gasóleo Verde. Es un cultivo fantástico que recupera la selva amazónica y puede impulsar la transición energética del país", afirma el CEO.

El cultivo sostenible de palma de la empresa también captura alrededor de 800.000 toneladas de carbono al año, de las cuales 729.000 toneladas en Pará y 71.000 toneladas en Roraima. "Protegemos más de 60.000 hectáreas de Áreas de Reserva Legal (RL) y Áreas de Preservación Permanente (APP), que almacenan anualmente cerca de 26,6 millones de toneladas de carbono en Pará y 3,1 millones de toneladas de carbono en Roraima", afirma Steagall.

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