Brasil se ha fijado el objetivo de deforestación cero en la Amazonia para 2030. Pero tan importante como mantener la selva en pie es recuperar lo que se ha deforestado. Grupo BBF Brasil BioFuels Es precisamente en estas zonas deforestadas en la Amazonia hasta 2007 donde ( ) trabaja con el cultivo sostenible de la palma aceitera, una planta que da lugar al aceite vegetal más consumido del mundo y que desempeña un papel fundamental en la transición energética por su poder para producir biocombustibles y generar energía renovable para zonas aisladas del Norte.
"Frenar la deforestación ilegal es fundamental, como también lo es recuperar lo que ya ha sido degradado. El cultivo de la palma aceitera es una excelente opción para estas zonas llamadas antropizadas, porque además de recuperar el suelo forestal, permitir la preservación de los animales salvajes y capturar carbono, genera ingresos y empleo en estas regiones, un factor clave para garantizar que el bosque siga en pie. Grupo BBF El cultivo sostenible de la palma aceitera es sinónimo de bioeconomía", afirma Milton Steagall, Director General de .
Según Steagall, es posible hablar de bioeconomía a partir del aceite de palma dentro de los sectores eléctrico, químico y de los biocarburantes, así como de la agroindustria. "Nuestro país tiene potencial para ser líder mundial en la producción de aceite de palma. El desarrollo sostenible de la región amazónica es urgente. Tenemos que encontrar formas de mantener la selva en pie, pero también de proporcionar empleo, ingresos y riqueza a la población", afirma.
Brasil tiene una de las leyes más estrictas del mundo para el cultivo sostenible de palma aceitera, que prohíbe la tala de bosque nativo para la plantación. El Decreto 7.172 del Gobierno Federal, de mayo de 2010, estableció que la palma aceitera sólo puede cultivarse en la Amazonia en zonas degradadas antes de 2007. A partir de un extenso trabajo realizado por Embrapa (la Empresa Brasileña de Investigación Agropecuaria), se identificaron más de 31 millones de hectáreas aptas para el cultivo de palma aceitera en la región. Grupo BBF En la actualidad, se han recuperado en la región unas 200.000 hectáreas con cultivo de palma, 75.000 de ellas en Pará y Roraima.
"El cultivo de la palma no se puede mecanizar, por eso es una planta con un importante carácter social, ya que crea muchos puestos de trabajo en zonas remotas. Grupo BBF Sólo en ellas se generan unos 5.000 empleos directos y otros 15.000 indirectos. También destacaría la importancia del aceite de palma para la producción de biocombustibles, la generación de energías renovables y también para los biocombustibles de segunda generación, como el SAF (Combustible de Aviación Sostenible) y el Gasóleo Verde. Es un cultivo fantástico que recupera la selva amazónica y puede impulsar la transición energética del país", afirma el CEO.
Grupo BBF En la actualidad, tiene 25 centrales termoeléctricas en funcionamiento en el Norte, que abastecen a emplazamientos suministrados por Sistemas Aislados. Las centrales funcionan con biocombustibles (biodiésel y aceite vegetal) y biomasa de palma aceitera, lo que contribuye a la descarbonización de la región. Más de 140.000 habitantes de localidades aisladas de la Amazonia se benefician de esta energía generada a partir de la palma de aceite.
El cultivo sostenible de palma de la empresa también captura alrededor de 800.000 toneladas de carbono al año, de las cuales 729.000 toneladas en Pará y 71.000 toneladas en Roraima. "Protegemos más de 60.000 hectáreas de Áreas de Reserva Legal (RL) y Áreas de Preservación Permanente (APP), que almacenan anualmente cerca de 26,6 millones de toneladas de carbono en Pará y 3,1 millones de toneladas de carbono en Roraima", afirma Steagall.
El gobierno federal tiene planes para recuperar zonas deforestadas en la Amazonia
El gobierno federal ha tomado una serie de medidas en la región amazónica para frenar la deforestación y recuperar áreas degradadas, como el lanzamiento del Arco de Reconstrucción, que prevé la recuperación de 6 millones de hectáreas hasta 2030 y de 24 millones hasta 2050, así como el Programa Nacional de Reconversión de Pastos Degradados. "Se trata de importantes iniciativas destinadas a la recuperación de zonas, en las que participan diversos actores y sectores del mercado", afirma Steagall.
Para el Director General de la empresa, frenar la deforestación y restaurar zonas es la ecuación correcta para el futuro de la selva amazónica. "Hemos tenido una experiencia muy positiva en nuestros 16 años de funcionamiento. En Roraima, en el municipio de São João da Baliza, la herramienta "Alerta MapBiomas" identificó que en las zonas próximas a nuestras operaciones tenemos un 85% menos de alertas de deforestación que en zonas más alejadas de la misma región. Además, en nuestra última campaña de seguimiento se realizaron más de 5.000 registros en nuestra zona de cultivo y se identificaron más de 400 especies de animales salvajes. Esto demuestra que vamos por buen camino: generando riqueza, manteniendo el bosque en pie y recuperando lo que se degradó en el pasado", afirma.
Acerca de Grupo BBF
Grupo BBF (Brasil BioFuels), empresa brasileña fundada en 2008, es la mayor productora de aceite de palma de América Latina, con una superficie cultivada de más de 75.000 hectáreas y una capacidad de producción de 200.000 toneladas de aceite al año. La empresa es pionera en la creación de soluciones sostenibles para la generación de energía renovable en sistemas aislados, con centrales termoeléctricas alimentadas por biocombustibles producidos en la región. Su actividad agrícola recupera áreas degradadas hasta 2007 en la Amazonia, siguiendo la Zonificación Agroecológica de la Palma Aceitera (ZAE), aprobada por el Decreto 7.172 del Gobierno Federal, del 7 de mayo de 2010.
Grupo BBF ha creado un modelo de negocio integrado en el que opera desde el principio hasta el final de la cadena de valor - desde el cultivo sostenible de la palma aceitera, la extracción de aceite crudo, la producción de biocombustibles, la biotecnología y la generación de energía renovable. Grupo BBF Las operaciones de la empresa están localizadas en los estados de Acre, Amazonas, Rondônia, Roraima y Pará, y comprenden 38 plantas termoeléctricas (25 en operación y 13 en implementación), 3 unidades de trituración de palma aceitera, una extrusora de soja y una industria de biodiesel.
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