El cultivo sostenible de la palma aceitera transforma la agroindustria en el norte de Brasil

En la serie web "Bruno In Loco", Bruno Meyer viaja a São João da Baliza, en el estado de Roraima, para conocer de primera mano el trabajo del mayor productor de América Latina.
22 de marzo de 2023
Imagen de una de las instalaciones industriales de la grupo BBF

La palma aceitera puede ser un árbol más en medio de tanta vegetación en la Amazonia - pero se destaca por su inmenso potencial productivo y sus múltiples usos. De su fruto se extrae el aceite de palma, que puede ser utilizado en la cocina, en recetas - es popularmente conocido como aceite de palma - o incluso en la formulación de productos de diversos segmentos, como higiene, limpieza y cosméticos. Pero más allá de eso, la palma aceitera puede utilizarse para generar electricidad e incluso producir combustible sostenible para la aviación. Estos son algunos de los negocios en la cartera de BBF - Brasil BioFuels, que es el mayor productor de aceite de palma en América Latina. BBF produce biocombustibles utilizados para generar energía renovable en la región amazónica y, debido a su modelo de negocio integrado, genera miles de puestos de trabajo, ingresos y desarrollo socioeconómico; ayuda a las comunidades agrícolas locales y contribuye directamente a la recuperación y preservación de la selva.

Fundada en 2008 con el objetivo de cambiar la matriz energética en el Norte del país y descarbonizar la Región Amazónica, BBF actúa de punta a punta en esta cadena productiva: esta es la forma que la empresa encontró para garantizar que todo el proceso ocurra correctamente, con foco en la eficiencia de las operaciones y en la preservación ambiental de la Amazonia. El primer episodio de la Webserie "Bruno In Loco", una producción que se emitirá cada quince días con los episodios publicados en el canal de YouTube de Jovem Pan News, muestra precisamente este paso a paso, desde la plantación de la palma aceitera hasta la producción del aceite, que tiene innumerables posibilidades, todo realizado por BBF. El reportero Bruno Meyer fue a São João da Baliza, en el estado de Roraima, para ver el trabajo de cerca.

Allí conoció personalmente a Milton Steagall, Director General de Grupo BBF. Steagall dijo al presentador: "Tenía muchas ganas de transformar esta región. Mediante el cultivo sostenible de la palma aceitera, estamos recuperando tierras degradadas en el pasado. Cuando esta palma crezca, veremos un enorme complejo verde. Los animales que evitan esta zona por razones de protección empezarán a pasar por aquí. Las aves tendrán un lugar donde posarse. Toda la biodiversidad volverá a integrarse".

Paso a paso 

Francisco Maciel, gerente del centro, explicó: "Trabajamos con la plantación, la producción de las plántulas -que se someten a cuidados, manejo y fertilización para que sean plantas productivas-, la cosecha y el envío de los racimos a la industria, donde extraemos el aceite de palma." En la actualidad, BBF cultiva 75.000 hectáreas en zonas degradadas del norte de Brasil, 15.200 de ellas en São João da Baliza (RR) y 60.400 en el estado de Pará. La producción anual supera las 200.000 toneladas de aceite de palma -principal materia prima en la producción de biocombustibles de BBF-, que se utilizan para alimentar 25 centrales termoeléctricas en funcionamiento, que generan electricidad para más de 140.000 habitantes de localidades aisladas de la región amazónica.

El trabajo comienza con la elección de las semillas, que los empleados de BBF plantan cuidadosamente a mano, y pasa por el seguimiento continuo de las plántulas en el vivero de presiembra. Hay nueve meses en el vivero para que las plantas crezcan fuertes. Una vez formadas las plantas, los plantones se siembran en terrenos propios de BBF, recuperando zonas anteriormente degradadas del bosque. Todo esto se hace sin el uso de máquinas, en un proceso 100% manual. No es casualidad que la empresa genere, a través de sus diferentes etapas de operación, más de 6 mil empleos directos y otros 18 mil indirectos, desarrollando localidades que antes carecían de servicios, infraestructura y empleos.

Luego viene la recolección de los racimos maduros, que se realiza durante todo el año. "El aceite de palma, al ser un cultivo que se recoge durante todo el año y manualmente, genera mucho empleo en la región donde se encuentra", afirma Bruno Barcelos, responsable agrícola de BBF. "Esa fruta se dirige a nuestro esterilizador, donde se cuece. Tras la esterilización, esta fruta pasa a la trilladora, que separará la fruta y el racimo. Después de prensar esta masa, tenemos el aceite", detalla Luan Rocha, responsable industrial de BBF. Es un proceso totalmente integrado y completamente sostenible. En las próximas semanas, la serie web mostrará cómo se utiliza este aceite de palma en la generación de energía eléctrica renovable y en la producción de biocombustibles.

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