Según el director general de Grupo BBF, la palma aceitera es un ejemplo de cultivo que combina la recuperación del bioma, la sustitución de materias primas fósiles por renovables y la generación de empleo e ingresos para la población local. "A partir del aceite de palma podemos hablar de la bioeconomía dentro de los sectores eléctrico, químico y de los biocombustibles, así como de la agroindustria. La región tiene un verdadero presal verde", afirma.
Brasil tiene potencial para cultivar palma aceitera de forma totalmente sostenible en unos 31 millones de hectáreas de zonas degradadas de la región amazónica, según un amplio trabajo realizado por la Empresa Brasileña de Investigación Agropecuaria (Embrapa). La legislación brasileña para el cultivo de palma se basa en el Decreto 7.172, establecido en 2010 por el Gobierno Federal, y se considera la más estricta del mundo en este sector, ya que sólo permite el cultivo de palma en áreas deforestadas en la región amazónica hasta diciembre de 2007.
"A pesar de que su cultivo está permitido en toda esta zona, sin talar un solo árbol de la selva, hoy la palma está plantada en apenas 300.000 hectáreas en Brasil, 75.000 de ellas en Grupo BBF. Las cifras de este "presal verde" sostenible son también enormes para la economía brasileña: cada hectárea es capaz de generar hasta 6.000 litros de aceite de palma. 6.000 litros multiplicados por 31 millones de hectáreas dan a Brasil la oportunidad de producir 186.000 millones de litros de aceite de palma al año, una cifra superior al volumen de aceite extraído por Petrobras en 2022, que fue de unos 175.000 millones de litros", afirma el ejecutivo.
En la actualidad, la producción brasileña de aceite de palma es aún tímida, situando al país en el décimo lugar del ranking de mayores productores, según el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA). La producción de este aceite, el más consumido en el mundo, se concentra en Indonesia, Malasia y Tailandia, que concentran el 87% de la producción mundial, estimada en unos 80 millones de toneladas anuales.
A partir de 2026, Grupo BBF empezará a suministrar SAF (Combustible de Aviación Sostenible) y Diésel Verde (RD). La materia prima de los biocombustibles avanzados será el aceite de palma cultivado por Grupo BBF en la región amazónica. El refinado se llevará a cabo en la primera biorrefinería del país para producir los biocombustibles sin precedentes a escala industrial, que tendrá capacidad para producir alrededor de 500 millones de litros anuales de SAF y Green Diesel.
Además, Grupo BBF genera electricidad limpia y renovable para más de 140.000 habitantes de localidades aisladas de la Amazonia, atendidos por los Sistemas Aislados, con 25 centrales termoeléctricas en funcionamiento, alimentadas por biocombustibles producidos a partir del aceite de palma. La empresa ha desarrollado un modelo de negocio verticalizado e integrado, generando cerca de 6.000 empleos directos y 18.000 indirectos, contribuyendo de forma significativa al desarrollo sostenible de la región norte, manteniendo la selva en pie y generando ingresos y oportunidades para miles de amazónicos en los cinco estados donde opera.
lea el artículo completo aquí: La Amazonia brasileña encierra la energía del futuro, con alto potencial para la producción de combustibles avanzados | LÍDER.INC - Noticias, podcasts, videos y más (lider.inc)
