El Día de la Amazonia, que se celebra el martes 5 de septiembre, es una oportunidad para destacar la importancia de este bioma, que alberga la mayor selva tropical del mundo. Milton Steagall, Director General de Grupo BBF (Brasil BioFuels), que opera en cinco estados de la región septentrional, subraya la necesidad de reflexionar sobre el desarrollo sostenible en la región como forma de preservar la selva y mejorar la calidad de vida de los amazónicos, que son más de 29 millones de personas.
La bioeconomía, un modelo de producción industrial basado en recursos biológicos que pretende sustituir a los recursos fósiles, es vista por Steagall como la clave para este objetivo. La Asociación Brasileña de Bioinnovación (BBI) estima que la bioeconomía podría generar 284.000 millones de dólares anuales en Brasil, promoviendo la preservación del medio ambiente, mejorando la calidad de vida e impulsando el desarrollo socioeconómico.
Un ejemplo de este modelo es el cultivo sostenible de la palma aceitera. Este cultivo contribuye a la recuperación del bioma, sustituye las materias primas fósiles por recursos renovables y genera empleo e ingresos a nivel local. "A partir del aceite de palma se puede hablar de bioeconomía en los sectores eléctrico, químico y de biocombustibles, así como en la agroindustria. Nuestro país tiene potencial para ser líder mundial en la producción de aceite de palma. El desarrollo sostenible de la región amazónica es urgente. Tenemos que encontrar formas de mantener la selva en pie, pero también de proporcionar empleo, ingresos y riqueza a la población", afirma el ejecutivo.
Grupo BBF cultiva actualmente 75.000 hectáreas de palma aceitera en los estados de Pará y Roraima, con capacidad para producir más de 200.000 toneladas anuales de aceite, según la empresa, que adopta un modelo de negocio verticalizado que abarca desde el cultivo de la palma hasta la producción de biocombustibles, biotecnología y electricidad renovable. El resultado es la generación de aproximadamente 7.000 empleos directos y 21.000 indirectos, así como el apoyo a más de 400 agricultores familiares de Pará.
En el sector energético, Grupo BBF explota centrales termoeléctricas con una capacidad total de 238 MW, que suministran energía a comunidades remotas de la región septentrional. De las 25 centrales en funcionamiento, 86,8 MW se alimentan de biocombustibles renovables (biodiésel y aceite vegetal) y biomasa de palma aceitera. La empresa suministra energía renovable a más de 140.000 habitantes de zonas aisladas de la Amazonia.
El cultivo sostenible de la palma aceitera es destacado por Steagall como una alternativa ambiental y económicamente interesante. "Esto se debe a que es una planta que se cultivaba en áreas degradadas de la Amazonia hasta diciembre de 2007 y sigue la Zonificación Agroecológica de la Palma Aceitera, establecida por el decreto 7.172 del Gobierno Federal. Es un cultivo perenne, no mecanizable y que genera miles de empleos en el campo", explicó Steagall.