Vibra Energia ha firmado un contrato exclusivo para vender el combustible de aviación sostenible (SAF) que Brasil BioFuels (BBF) pretende producir en Brasil a partir de 2025. El acuerdo tiene una vigencia de cinco años y se suma al contrato ya firmado entre las partes para la compraventa de diésel verde HVO (hidrotratamiento de aceite vegetal).
La materia prima de los biocombustibles será el aceite de palma producido por BBF en el interior de Roraima.
El refinado tendrá lugar en una planta que se construirá en la Zona Franca de Manaos (ZFM). Promete ser la primera planta de producción industrial de ambos biocombustibles en Brasil.
Se prevé invertir unos 2.000 millones de reales en la producción inicial de 500 millones de litros de biocombustibles al año. La unidad está prevista para el primer trimestre de 2025 y será flexible, es decir, podrá producir entre HVO y SAF.
"Vibra ha tomado la decisión de ampliar la cartera de ofertas energéticas que interesan a los clientes que quieren hacer la transición energética", declaró a la prensa el director general de la empresa, Wilson Ferreira.
En los últimos meses, Vibra -antigua BR Distribuidora- ha anunciado asociaciones en los ámbitos del biogás, la comercialización de etanol y la electricidad renovable, y ha manifestado su interés por entrar en el negocio del hidrógeno verde.
La empresa espera empezar a comercializar HVO y SAF en 2026. El volumen inicial producido es capaz de sustituir el 2% de la actual demanda nacional de parafina y gasóleo de aviación atendida por Vibra.
Tanto el HVO como el SAF son drop in, es decir, sus respectivos usos no requieren adaptaciones en la maquinaria, ni la necesidad de mezclas, a diferencia del biodiésel. Esto permite que la sustitución de los combustibles fósiles por los biocombustibles sea más inmediata.
Apuesta por la descarbonización en la Región Norte El uso de biocombustibles puede generar una reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero del 50 al 90%, en comparación con el gasóleo y la parafina de aviación (QAV). .
Según el director ejecutivo de operaciones de Vibra, Marcelo Bragança, la idea de la empresa, en un principio, es atender a los clientes de la Región Norte del país, ayudándoles en sus ambiciones de descarbonización.
El HVO y el SAF producidos inicialmente en la planta de BBF podrían sustituir hasta el 24% de la demanda regional de QAV y gasóleo que hoy atiende Vibra.
Latam, Gol y Azul serían los principales interesados en el consumo de SAF. Representantes de las compañías aéreas, entre ellas, estuvieron presentes en el evento de lanzamiento del proyecto, el lunes (11/04), en Roraima.
BR Aviation -la marca de Vibra para el suministro de combustible de aviación- atiende a 90 aeropuertos en Brasil y representa el 70% del mercado brasileño. En el Norte, representa el 94% del mercado.
Ya las industrias y las grandes empresas mineras de la región, especialmente Vale, en Pará, se perfilan como potenciales consumidores de gasóleo verde, para sustituir el que alimenta las locomotoras y las grandes máquinas y camiones.
"Apostamos por nuestros clientes que tienen interés en empezar a hacer la transición en algún momento para utilizar más renovables", dijo Bragança
BBF promete precios competitivos El director general de BBF, Milton Steagall, promete productos competitivos. La ambición de la empresa, dice, es ofrecer el "gasóleo ecológico y SAF más baratos de Brasil, quizá del mundo".
La empresa apuesta por la producción verticalizada. A diferencia de otros proyectos de HVO y SAF en el mundo, BBF es responsable de toda la cadena de producción de biocombustibles, desde el cultivo de la materia prima hasta el refinado del aceite vegetal.
Sin embargo, según el BBF, la productividad del aceite de palma -una hectárea de palma produce diez veces más aceite que la soja- y el menor coste de la tierra en Roraima hacen que el diésel verde SAF sea más atractivo a medio plazo, incluso en relación con los combustibles fósiles.
"Seremos competitivos sin cargar a la sociedad. Nuestro esfuerzo es que nuestro producto alcance la paridad internacional de los combustibles fósiles lo antes posible", dijo Steagall.
La mayor parte de la producción de aceite de palma se realizará en el municipio de São João da Baliza, en Roraima.
De aquí a 2026, el cultivo de la palma debería recuperar 120.000 hectáreas de zonas consideradas degradadas en la Amazonia. La idea de BBF es que esto ayude a la reforestación y a la creación de corredores verdes entre zonas de bosque autóctono, lo que abre una oportunidad para generar créditos de carbono.
Según el director del BBF, Dionisios Vossos, Roraima tiene actualmente 31 millones de hectáreas de zonas degradadas aptas para la plantación de palmeras, lo que podría suponer la captura de 97 millones de toneladas de carbono.
A modo de comparación, Petrobras espera reducir las emisiones absolutas de sus operaciones de 62 millones a 59 millones de toneladas de CO2 equivalente en 2025.
"Tenemos un pre-sal verde en la mano. Con esta área de 31 millones de hectáreas plantadas con palma, podríamos tener una producción mayor que la del presal brasileño de aceite fósil", comentó el director.
*El reportero viajó a Roraima invitado por Vibra Energia
Vea la historia completa aquí
