Solución amazónica para problemas amazónicos

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Artículos
02 Junio, 2023
Por Milton Steagall

Los problemas de la Amazonia son notorios y complejos. Están a la orden del día, tanto en Brasil como en el resto del mundo. Los informes sobre tala ilegal, las actividades mineras ilegales de miles de personas y otros delitos que se benefician de la ocupación del territorio hacen que las oportunidades de empleo e ingresos sostenibles sean cada vez más escasas para la población amazónica.

Son crímenes que deben ser combatidos con el rigor de la legislación. A su vez, legisladores y empresarios, junto con la comunidad, deben enfocarse en buscar alternativas para generar empleo e ingresos, siempre asociados a la preservación ambiental. La unión entre preservación y desarrollo socioeconómico es fundamental. El camino, por lo tanto, es encontrar un equilibrio entre el mantenimiento del bosque y la posibilidad de desarrollo tecnológico de la bioeconomía.

Donde hay desarrollo, educación y generación de renta hay preservación y cuidado del medio ambiente. Actualmente, cerca de 29,6 millones de habitantes viven en la región amazónica y la prioridad número uno, sea del Estado o de la iniciativa privada, debe ser la generación de empleos y el desarrollo socioeconómico de la región. La deforestación y los problemas relacionados con la degradación de la Amazonia están directamente relacionados con la pobreza y la falta de oportunidades. Donde hay oportunidades de empleo e ingresos, hay cuidado, amor por la tierra y protección de los bosques.

Afortunadamente, hemos visto algunas iniciativas positivas en el norte del país, incluyendo el modelo implementado por el Grupo BBF (Brasil BioFuels), con el objetivo de encontrar una solución amazónica a los problemas amazónicos. El enfoque del modelo implementado es descarbonizar la región amazónica, creando empleos, generando ingresos y reduciendo el coste de la electricidad, a partir de una matriz sostenible y limpia, sustituyendo el uso de gasóleo fósil por biodiésel elaborado a partir de aceite de palma, al tiempo que se contribuye a acelerar la transición energética de Brasil.

La iniciativa ha demostrado que es posible llevar energía más limpia y barata a las poblaciones de los estados del Norte, recuperando el equilibrio de las zonas degradadas y empleando a los habitantes de la región. Con ello, es posible dejar de traer una enorme cantidad de gasóleo del Sudeste del país. El camino fue pensar en nuevas fuentes de energía que se adapten a las condiciones de la región.

Otro punto a destacar es que todas las centrales termoeléctricas de Grupo BBF funcionan con combustibles renovables: biocombustibles (biodiésel y aceite vegetal) y biomasa de palma aceitera. Hay 38 centrales, con una capacidad total de generación de 238 MW. 25 centrales termoeléctricas ya están en funcionamiento, con 86,8 MW de capacidad de generación. Otras 13 centrales están en fase de instalación. Las 25 centrales termoeléctricas en funcionamiento atienden a cerca de 140.000 clientes, eliminando más de 106 millones de litros de gasóleo fósil de la Amazonia cada año. Esto ha permitido reducir la emisión a la atmósfera de unas 250.000 toneladas equivalentes de carbono.

Es importante señalar que la plantación de palma aceitera está regulada por el decreto federal 7.172 de 2010, que establece la Zonificación Agroecológica de la Palma Aceitera y sólo permite el cultivo en áreas degradadas antes de diciembre de 2007. Brasil tiene una de las legislaciones más estrictas del mundo en este ámbito. El cultivo sostenible de la palma aceitera también desempeña un papel importante en el mantenimiento de la población en el campo, generando empleo e ingresos en los pequeños municipios de la región norte.

Estos modelos empresariales, como el mencionado en este artículo, trabajan con activos a largo plazo y es esencial que estén comprometidos con las mejores prácticas medioambientales, sociales y de gobierno corporativo. Así, la generación de valor y el desarrollo sostenible y social son objetivos complementarios. Esto tiene un impacto positivo en la sociedad y el medio ambiente.

Los resultados de iniciativas como ésta aportan beneficios a las ciudades, los Estados y, sobre todo, a las personas que más los necesitan. En el caso de Grupo BBF, ya se han creado más de 6.000 empleos directos y 18.000 indirectos, lo que convierte a la empresa en uno de los mayores empleadores del norte del país. Por último, cabe destacar el programa de Agricultura Familiar, en el que la empresa incentiva a más de 400 familias de las comunidades de Tomé Açu y Acará, en Pará, proporcionándoles plantones, asistencia técnica, ayuda con créditos bancarios, incentivos para la mejora continua y garantía de compra de fruta a precios competitivos con el mercado. Son acciones que contribuyen al desarrollo económico de la Amazonia en armonía con la preservación ambiental de la selva.

*Milton Steagall es consejero delegado de Grupo BBF.

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Milton Steagall
Consejero Delegado de Grupo BBF